Sevilla es una ciudad con una gran historia a sus espaldas. Desde sus orígenes hasta la actualidad, la capital andaluza ha sido durante siglos una de las ciudades más importantes y poderosas de nuestro país. Si tienes previsto visitar Sevilla y deseas saber más sobre su historia te mostramos los datos más importantes a continuación.
Fundación de Sevilla
Los orígenes de la ciudad de Sevilla se remontan, según la mayoría de historiadores, a una población fundada por los turdetanos, un pueblo que habitaba la zona del valle del Guadalquivir. Los turdetanos denominaron a Sevilla “Ispal«, origen del término Híspalis que todo el mundo conoce en la actualidad.
Sevilla fue durante mucho tiempo un pequeño emplazamiento que fue poblado por distintos pueblos del mediterráneo, como fenicios, griegos y cartagineses. Ya en el año 205 a.C., los romanos usurparon la ciudad durante la Segunda Guerra Púnica y durante dos siglos la población experimentó los vaivenes de la metrópoli romana.
Ya en el año 43 a.C., Sevilla fue tomada por Julio César, que pasó a denominarla “Romula» y se convirtió durante su mandato en la ciudad más importante de la provincia romana de la Bética.
Cristianismo e invasión musulmana
Cuando el cristianismo se fue abriendo paso en el Imperio Romano, el emperador Constantino el Grande otorgó a Sevilla una de las cinco sillas episcopales en las que se dividió a Hispania. Los visigodos también dieron a Sevilla un gran protagonismo en sus reinados, aunque la capital goda se trasladó a la ciudad de Toledo.
De esta época es también reseñable la existencia de dos personajes que marcaron la historia de la ciudad, como fueron San Leandro y San Isidoro, que en la actualidad aparecen en el escudo de la ciudad de Sevilla. Pero para el año 712, la invasión musulmana llegó a Sevilla y los árabes cambiaron su nombre de Hispalis a Isbiliyya, de donde deriva Sevilla.
Para el año 715, Sevilla comenzó a depender del poder de Córdoba donde se encontraba la sede del califato. A la caída del califato y la división del territorio bajo control musulmán en distintos reinos de taifas, en Sevilla tomó el poder Abu I Qasim iniciando la dinastía de los Banu Abbad e iniciando el periodo que se conoció como el Reino Abadí de Sevilla.
Para el año 1091, Sevilla fue invadida por los almorávides y apenas unas décadas después por los almohades. Fue bajo el dominio almohade cuando Sevilla alcanzó el mayor esplendor hasta la fecha y de esa época son monumentos como la Torre del Oro o la Giralda.
Reconquista cristiana y siglos posteriores
Tras un asedio prolongado sobre la ciudad, el rey Fernando III el Santo reconquistó Sevilla de manos musulmanas el 23 de noviembre de 1248, tras lo cual la convirtió en una de las capitales del reino. La ciudad continuó creciendo y adquirió un gran protagonismo tras el descubrimiento de América por los reyes católicos.
Esto propició que, para el siglo XVI, se construyeran en Sevilla edificios como el Ayuntamiento, la Universidad, la Casa de la Moneda o el Archivo de Indias, entre otros muchos lugares que se conservan hoy en día. Para esa época de esplendor, Sevilla tenía ya unos 150.000 habitantes y atrajo comerciantes europeos de lugares como Génova o Florencia.
La ciudad vio alterado su progreso por la peste de 1649 que terminó con la mitad de la población de la ciudad, que no se recuperó hasta el siglo XIX. A lo largo de estos siglos más de 73 conventos se abrieron en la ciudad, así como numerosas iglesias e imágenes de la Semana Santa datan de estas fechas.
Del siglo XIX a la actualidad
El siglo XIX fue un siglo convulso en Sevilla al igual que lo fue en el resto del país. Los distintos levantamientos, golpes de estado y revueltas impactaron en el día a día de la ciudad, que albergaba uno de los núcleos más importantes del anarquismo. El siglo XX comenzó en Sevilla con una gran ilusión por la celebración de la Exposición Iberoamericana de 1929, que modificó en buena medida la ciudad.
La Guerra Civil no causó grandes estragos en Sevilla porque cayó rápidamente en el bando nacional. Durante el franquismo, la ciudad continuó ganando población, pero también tuvieron lugar catástrofes como la gran riada del año 1961. Ya en el periodo democrático, Sevilla ganó protagonismo al convertirse en la capital de la Comunidad Autónoma de Andalucía.
También experimentó un nuevo renacer con la llegada del AVE y la exposición universal del año 1992. En la actualidad, Sevilla es una de las ciudades más importantes de España y un lugar que todo el mundo debería visitar al menos una vez en la vida para dejarse sorprender por sus numerosos atractivos.
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